“ Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.” (Prov. 4:23)
“ Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.” (Prov. 23:7
Se dice que nosotras las mujeres tenemos aproximadamente 40,000 pensamientos diarios. Es una cifra extremadamente alta- así que debemos tener cuidado con lo que esta en nuestra mente. Todo lo que es ansiedad, nerviosismo, depresión, mal humor, temores, ira, todo eso comienza en la mente; no por las circunstancias externas, ni por algún fulano o fulana.
Las acciones repetidas, dicen que por un periodo mayor de 21 días, crean hábitos y patrones que se arraigan en nosotras como si hubiéramos nacido con eso. Así mismo son nuestros pensamientos feos, puede ser un habito tan fuerte que controla hasta nuestro cuerpo y engaña la mente. Así que mucho cuidado! Debemos cuidar nuestra mente. Es lo que los proverbios de hoy nos muestran.
Cuando la Biblia habla de corazón se refiere comúnmente a la mente como el que controla nuestros pensamientos y la razón, pero no deja a un lado las emociones, la voluntad, y todo lo que tenemos internamente. La razón por la cual debemos cuidar de manera especial el corazón (la mente) es porque allí Dios deposita toda la sabiduría y es nuestro corazón quien controla el habla, la vista y la conducta. Lo que esta dentro, o lo que hemos dejado entrar, es lo que saldrá en momentos de crisis. Procuremos que dentro de nosotras haya un espíritu como el de Cristo, mucha Palabra de Dios, y mucha gratitud, gracia y gozo. Lo que nosotras somos internamente, es lo que dejamos ver a los demás. Podemos engañar a los demas con frases “evangélicas”, o saludos muy dulces, o con abrazos cariñosazo y mucho alboroto- pero cuando hablemos y cuando estemos en medio de conflictos y crisis; mostraremos lo que realmente somos. Y en nuestro hogar, en la intimidad de esas cuatro paredes; nuestros esposos y familiares, ellos si saben quienes somos. Aun allí que nuestro corazón muestre que realmente somos hijas de Dios y verdaderas ayuda idónea.
Si últimamente te has sentido débil, decaída, triste, deprimida… Dios tiene un remedio para todas las enfermedades del alma. – Guarda tu corazón con toda diligencia. Tenemos que poner estricta vigilancia a nuestra mente, a lo que entra y lo que piensa. Debemos impedir que nuestros corazones sean heridos y estén llenos de dolor. Porque? Por que de ahí surge toda mi vida. Pero este guardar no es pasivo, debo entonces llenar mi corazón del agua viva que es Cristo; de su Espíritu que es vida eterna. Solo así seremos capaces de refrenar nuestra lengua, o una boca que no edifica, nuestros ojos rechazaran la vanidad de este mundo, mirando hacia las cosas de arriba y enfocados en caminar recto delante de Dios, caminando encima de las huellas que ya Jesús dejo para nosotras.
Que nuestra oración en estos días pueda ser de arrepentimiento delante de Dios por nuestros pensamientos, que El pueda perdonar nuestro pasado y capacitarnos para caminar de la mano con El hasta que nos llame a Su presencia.
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