CLICK HERE FOR FREE BLOGGER TEMPLATES, LINK BUTTONS AND MORE! »

domingo, 19 de diciembre de 2010

Quieta ahí!


“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia esta sujeta a Cristo, así también las casadas lo están a sus maridos en todo.” (Efesios 5:22-24)

En casi todas las bodas cristianas vamos este es uno de los textos centrales donde somos llamadas a someternos a nuestros esposos, y ellos están llamados amarnos como Cristo amo a la iglesia. Pero como este blog es para mujeres, no me interesa concentrarme en cual es la responsabilidad de mi esposo, para juzgarlo y regañarlo por las veces en que ha fallado. Mi deber es cumplir con mi llamado no importa si él lo cumple o no.

Mi deber comprende en honrarlo y obedecerlo por amor a él y en obediencia a la Palabra de Dios. Debo mostrar a todos que le creo a Dios, sin importar si mi esposo es bueno o no. La voluntad de Dios es lo que El ordena, su enseñanza, y debo seguir el manual de instrucción (la Biblia) que habla de mi diseño. Siempre que hago lo que se que debo hacer, a veces en contra de mi voluntad carnal, al final me siento llena de paz y gozo; porque se que estoy cumpliendo con mi rol.

Mientras mas obedezco a Dios en mi papel como ayuda idónea, mas conozco a Dios y Su Palabra; y mientras mas le conozco a El, mas lo amo y mas me interesa seguir obedeciéndole. Dios me llama a someterme no importando mis capacidades, ni educación, ni madurez en la Palabra. Mi sujeción es a un solo hombre que Dios me ha regalado.

No puedo seguir molestándome cuando mi esposo asuma su rol de liderazgo, a eso Dios lo ha llamado. Mi esposo esta ordenado a dirigir el hogar, a ser cabeza, tal como Cristo es cabeza de la Iglesia- asumiendo un liderazgo de servicio y amor. Así como Cristo nos libero del pecado, nos salvo, nos rescató; así mismo mi esposo esta llamado a proveerme, protegerme, preservarme y amarme; todo esto acompañado de mi sumisión y así tener un hogar bendecido y piadoso que les muestre a todos las bondades de obedecer la Palabra de Dios.

No importa mis dones de liderazgo, ni cuanto gane en mi trabajo, ni mis capacidades de organización, ni todos los talentos que tenga para dirigir… Dios me dice que me debo a mi esposo, que lo siga, que lo obedezca, lo honre en todo. Que paz y que descanso para mi alma saber que mi líder también le sirve a mi Dios y que juntos luchamos por cumplir con sus mandatos! Gracias Dios por tus claras instrucciones para vivir una vida que funcione a tus ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario