Una cosa he pedido al SEÑOR, y ésa buscaré: que habite yo en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR, y para meditar en su templo. Salmo 27:4
Pocas veces me pongo a pensar qué busco en la vida- vivimos de forma automática, cumpliendo con cada una de nuestras responsabilidades y aprovechando nuevas oportunidades y nuevos retos que surgen. En algunos momentos tengo el tiempo para pensar hacia donde voy, pero casi siempre pongo todas mis áreas en reflexión (menos la espiritual...)
Este año 2012 que comenzó ha sido diferente. La meta principal de este año como pareja es leer la Biblia, de tapa a tapa, juntos. Meditar y reflexionar en las virtudes de nuestro Dios y volvernos a enamorar de nuestro Creador. Que bendición! poner nuestras vidas actuales en perspectiva y ver como Dios actúa de la misma manera que lo hizo en Génesis y Exodo (es lo que llevamos leído hasta ahora..)
Pero, quiero más! Quiero poder pensar y decir como David...que le ha pedido al Señor y está diligentemente buscando eso: habitar en la casa del Señor todos los días de su vida. Quiero estar en Su presencia todos los días y deleitarme en sus maravillas y Su palabra. No saciarme con ir a la iglesia, servir y leer una porción de vez en cuando. Es llenarme de El, contemplando su hermosura y viviendo sus propósitos para mi.
Quiero poder expresar esto no importa las circunstancias en que me encuentre. No importa mis faltas, Dios persevera conmigo. Me atrae con lazos de amor, y me enamora con sus designios. Así como David, que vivía fallando, así somos. Pero Dios, muestra su amor para con nosotros todos los días- nos sigue amando a pesar de todo y le interesa mantener una relación íntima con nosotros no importa qué. Dios es amor y nos persigue para cautivarnos.
Una cosa he pedido...quiero corresponderle todos los días de mi vida!
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