Dijo además Dios a Abraham: Tú, pues, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti, por sus generaciones. Gen 17:9
Desde que Dios llamó a Abraham perseveró con él hasta cumplir cada uno de sus propósitos en El. Dios se encargó de decirle cada cosa como lo iba hacer, y Abraham sólo creía y obedecía. Aún cosas que a los ojos de ellos parecían absurdas, Abraham no dudó y actuaba conforme a los designios de Dios.
Dios se mantuvo firme con los planes que tenía para su pueblo, y se mantuvo fiel guiando Abraham en cada paso. Abraham se mantuvo con una relación de intimidad con su Señor. De mañana se encontraba con él. Dios se encargó de protegerlo, guiarlo, hablarle, escucharle, proveerle..
En una época donde no muchos creían en Dios, Abraham creyó y le fue contado por justicia. Y Dios permaneció fiel a sus promesas y sus propósitos eternos. Dios no amaba Abraham por sus actos- lo amaba a pesar de éstos y perseveró hasta lograr Su voluntad.
Dios probó Abraham en varias ocasiones, y Abraham se mantuvo firme creyendo en Su creador. Una fe, que podríamos decir que era ciega, pero es todo lo contrario- una fe basada en evidencias y hechos de que tenemos un Dios fiel!
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