En Intimidad

porque el hombre perverso es abominación para el SEÑOR; pero El es amigo íntimo de los rectos. Proverbios 3:32

Desde pequeñas siempre buscamos tener intimidad. Como recién nacidas estamos necesitadas de recibir comida, atención, afecto- El tiempo que la madre utiliza para alimentar a su hijo es un tiempo de establecer un contacto íntimo. El tiempo de alimentarlo es un momento privilegiado para transmitirle afecto y seguridad, para comunicarse y disfrutarlo. Amamantar es una actividad que da al bebé toda la alimentación y los estímulos que necesita. El pecho de su mamá lo nutre y lo protege de muchas enfermedades. Pero también lo consuela, lo hace sentir seguro, tranquilo y querido.

A medida que vamos creciendo vamos buscando intimidad con nuestras amigas, con los profesores, con otros adultos...Y cuando buscamos una pareja, es intimidad que buscamos. Estamos hechas para recibir y dar amor. Por eso nos gustan tanto las películas románticas!

Dios nos ha creado con esa necesidad, ese vacío, que sólo El puede llenar. Aún nuestras familias sean "normales" y hayamos sido criadas y educadas bien- tendremos un vacío. El lo creó y sólo EL puede llenarlo. Desde la Creación vemos como Dios inició una relación con el hombre, íntima- donde El se paseaba por el Edén. El hombre, en un su búsqueda insaciable de poder, autonomía, e independencia rompió esa relación- pero Dios tenía un plan mejor al darnos su Hijo para restablecer esa comunión.

Toda la Biblia nos muestra hombres y mujeres que Dios ha escogido para tener una relación íntima con ellos. Sus corazones rebosan de gozo, de adoración y responden en obediencia a todo el amor y la pasión de un Dios Santo.

Eso espero este fin de semana. Estar todavía mas cerca de mi Señor! que en la intimidad me quebrante, me consuele, me asegure, me abrace, me cuide, me fortalezca, me llene de su paz, me de fe, me confronte, me guíe, me hable...Aviva nuestros corazones Dios!