Enseñas con Poder?

Entraron* en Capernaúm; y enseguida, en el día de reposo entrando Jesús en la sinagoga comenzó a enseñar. Y se admiraban de su enseñanza; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Marcos 1:21-22

Este verso me pone a pensar en todas aquellas que enseñamos alguna clase bíblica, o algún grupo pequeño, o que dirigen algún grupo de oración...No es tan fácil como que llegar y enseñar con poder y de manera efectiva. Necesitamos un buen tiempo de preparación, no solo del material y los audiovisuales- sino del corazón y de revisar áreas de tu vida que están siendo confrontadas con el material a impartir.

Me encanta enseñar en PaNAS. Es increíble ver como la Palabra de Dios penetra los corazones, y puede transformar vidas. Pero es drenante el tiempo que consume revisar cada detalle y hacerlo sábado tras sábado resulta agotador. Toma tiempo revisar cada cita, reflexionar en ella, ver cuál es la mejor forma de enseñar estas verdades, que recursos de apoyo utilizar, en qué momento utilizarlos...

Pero siendo sincera, no siempre me dispongo a que el Espíritu Santo revise mi corazón, y poder analizar en qué áreas no llego al estándar adecuado. Para cada clase debo reflexionar en lo siguiente ¿Realmente paso el tiempo necesario en oración para que Dios hable a mi vida e intercedo por aquellos que van a oír el mensaje? ¿Transmito toda la pasión que siento por esa Palabra expuesta?

Para poder enseñar con poder y autoridad necesitamos pasar tiempo con Dios, concentrados y preparados para lo que Dios hará, tal como Jesús hizo. Cuando ministramos a otros es como decía Pablo "Y yo muy gustosamente gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré por vuestras almas." 2 Cor. 12:15

Toma tiempo? Si. Cansa? Si. Pero no perdamos la oportunidad de ministrar a otros donde quiera que estemos!