CLICK HERE FOR FREE BLOGGER TEMPLATES, LINK BUTTONS AND MORE! »

viernes, 31 de diciembre de 2010

NO seas Wimpy!


“ Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” (II Tim. 1:7)

Para ser una verdadera ayuda idónea y una mujer de Dios en estos tiempos se requiere valentía. “Wimpy theology makes wimpy women” (John Piper, True Woman 2008). Una mujer de Dios no puede tener un carácter débil y egoísta, el temor no viene de Dios; porque Dios nos ha dado, a través de su Palabra, todos los recursos espirituales que necesitamos para librar las batallas de cada día. Dios nos llena de su poder día a día, y es una fuente inagotable de energía y aliento cuando nos sentimos cansadas, agotadas, y que no podemos mas. Su poder, su amor y el dominio propio nos permite enfrentar todas las dificultadas, tentaciones y peligros en nuestras vidas.

Dios también nos llena de su amor para vencer todo aquello que se opone a El, y nosotras. Este amor que El mismo nos da es para agradarlo a El, siendo obedientes a Su Palabra y sus mandatos, y así mismo agradar a los demás y vivir en armonía. El dominio propio es necesario para mantener nuestra mente organizada, y priorizar aquellas cosas que son necesarias hacer y otras que no debemos hacer. No puedo perder mi tiempo en cosas triviales, en Internet, en la televisión, en conversaciones que no edifican; y dejar de atender mi casa, mi esposo, mi tiempo con Dios y mi vida espiritual.

Cuando nos sentimos llenas de temor y sin atrevernos hacer nada, eso genera confusión y desorden; somos capaces de llevarnos de cualquier mal consejo o de nuestros impulsos. Cuando mi mente esta enfocada en la soberanía de Dios y en sus propósitos eternos, puedo controlar mis emociones y mis acciones para que el resultado sea piadoso y agradable a Dios. Poder, amor y dominio propio necesito para ser una esposa sabia.

Una mujer sabia es una mujer tranquila, paciente y confiada en Dios. Si soy creyente tengo el Espíritu Santo morando en mi, y éste no es el autor de mujeres cobardes, poquitas, ni de temores que esclavizan. Pero, para convertirme en la mujer que El desea que sea, es posible que tenga que pasar por pruebas y aflicciones; donde él me muestre Su poder y Su amor, y así me capacita durante ellas.

Que este nuevo año podamos sentir mas que nunca su poder y su amor, y así mismo que Su Espíritu nos llene de estos, y junto al dominio propio seamos la ayuda idónea que ya Dios diseño que fuéramos.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Sobre la Roca-


“ Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa.” (Lucas 6:49)

Ayer compraba unos regalitos en Ikea con mi esposo, y entramos a la tiendita de comida que ellos tienen. Estaban dando a probar diferentes dips con galletitas. Mi esposo, que es mas osado, se atrevió a probarlos sin importarle lo que eran, ni el color, ni la textura. Yo esperé a que él los probara todos, y solo me atreví a degustar el de salmón porque sabía que me iba a gustar. A los demás que él puso mala cara, y me dijo que no le gustaron ni me molesté en saber lo que eran ni a que sabían. Confío en su paladar y en lo que él me dice que es bueno o malo. Cuanto mas no confiaré en la Palabra de Dios y como no hacerle caso a lo que Dios me dice que haga o deje de hacer. No soy tonta!

Cristo nos explica como aquella mujer que le han dicho que hacer y no lo hace, es una vida que esta cimentada sobre la arena- donde el viento y el agua la destruyen. Mi vida debe estar fundada en la obediencia a la Palabra de Dios. Es lo único que va fortalecer lo que emprenda, mi carácter, y mis acciones. Permaneceré de pie, viviré en constante arrepentimiento y mi confianza estará en la gracia de mi Señor que me ha salvado. Mi pensar, mi actuar y mi hablar deben ser conformes a las palabras de Cristo. Mi vida debe estar construida sobre la Roca, es mi fundamento inamovible. Mi vida y mi muerte están seguras porque son sostenidas por el poder de Cristo.

Nuestra seguridad no puede estar en las buenas obras que hacemos, ni en el saber lo que debemos hacer. Nuestra relación con Dios no puede ser solo oír: oír los sermones, oír consejos, oír oraciones, oír amigas cristianas. Tengo que ser hacedora de la Palabra, cimentarme en la Roca firme que es Jesus, otra cosa es arena. Mi personalidad y mi estilo de vida deben ser acorde a la obediencia de la Palabra. Muchas dicen ser cristianas pero se han conformado con solo oír la Palabra, en Santiago dice que esto es un engaño. El que oye y no hace es como un hombre que se mira en un espejo y no hace nada por su apariencia. (santiago 1:22-25) Es de necias eso! Debo mirar mi interior con detenimiento y cautela, y profundizar en mi relación con Dios, las Escrituras y mi obediencia.

Mi esperanza esta en Cristo, no en mi matrimonio, no en mi trabajo, o mis logros, o en la prosperidad terrenal. Nada de esto puede sustentar mi eternidad, porque son pasajeras. Que Dios nos ayude a construir para la eternidad, a ser sabias, edificando nuestra casa también. Nada ni nadie podrá separarnos del amor de Cristo. Mi confianza está en Jesús, aquel que dio su vida por mi y por ti.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Tu corazón-


“ Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.” (Prov. 4:23)

“ Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.” (Prov. 23:7

Se dice que nosotras las mujeres tenemos aproximadamente 40,000 pensamientos diarios. Es una cifra extremadamente alta- así que debemos tener cuidado con lo que esta en nuestra mente. Todo lo que es ansiedad, nerviosismo, depresión, mal humor, temores, ira, todo eso comienza en la mente; no por las circunstancias externas, ni por algún fulano o fulana.

Las acciones repetidas, dicen que por un periodo mayor de 21 días, crean hábitos y patrones que se arraigan en nosotras como si hubiéramos nacido con eso. Así mismo son nuestros pensamientos feos, puede ser un habito tan fuerte que controla hasta nuestro cuerpo y engaña la mente. Así que mucho cuidado! Debemos cuidar nuestra mente. Es lo que los proverbios de hoy nos muestran.

Cuando la Biblia habla de corazón se refiere comúnmente a la mente como el que controla nuestros pensamientos y la razón, pero no deja a un lado las emociones, la voluntad, y todo lo que tenemos internamente. La razón por la cual debemos cuidar de manera especial el corazón (la mente) es porque allí Dios deposita toda la sabiduría y es nuestro corazón quien controla el habla, la vista y la conducta. Lo que esta dentro, o lo que hemos dejado entrar, es lo que saldrá en momentos de crisis. Procuremos que dentro de nosotras haya un espíritu como el de Cristo, mucha Palabra de Dios, y mucha gratitud, gracia y gozo. Lo que nosotras somos internamente, es lo que dejamos ver a los demás. Podemos engañar a los demas con frases “evangélicas”, o saludos muy dulces, o con abrazos cariñosazo y mucho alboroto- pero cuando hablemos y cuando estemos en medio de conflictos y crisis; mostraremos lo que realmente somos. Y en nuestro hogar, en la intimidad de esas cuatro paredes; nuestros esposos y familiares, ellos si saben quienes somos. Aun allí que nuestro corazón muestre que realmente somos hijas de Dios y verdaderas ayuda idónea.

Si últimamente te has sentido débil, decaída, triste, deprimida… Dios tiene un remedio para todas las enfermedades del alma. – Guarda tu corazón con toda diligencia. Tenemos que poner estricta vigilancia a nuestra mente, a lo que entra y lo que piensa. Debemos impedir que nuestros corazones sean heridos y estén llenos de dolor. Porque? Por que de ahí surge toda mi vida. Pero este guardar no es pasivo, debo entonces llenar mi corazón del agua viva que es Cristo; de su Espíritu que es vida eterna. Solo así seremos capaces de refrenar nuestra lengua, o una boca que no edifica, nuestros ojos rechazaran la vanidad de este mundo, mirando hacia las cosas de arriba y enfocados en caminar recto delante de Dios, caminando encima de las huellas que ya Jesús dejo para nosotras.

Que nuestra oración en estos días pueda ser de arrepentimiento delante de Dios por nuestros pensamientos, que El pueda perdonar nuestro pasado y capacitarnos para caminar de la mano con El hasta que nos llame a Su presencia.

martes, 28 de diciembre de 2010

Tan Odiosa!


“ Por tres cosas se alborota la tierra, y la cuarta ella no puede sufrir: por el siervo cuando reina; por el necio cuando se sacia de pan; por la mujer odiada cuando se casa; y por la sierva cuando hereda a su señora.” Prov. 30:21-23

Hay cuatro clases de personas que son muy problemáticas, y las describe el versículo. Las que nos compete como mujeres es aquella mujer odiosa, de espíritu contencioso y malos hábitos. Debemos tener cuidado de no ser una mujer así, ni siquiera que se asomen rasgos de un carácter tan feo como la mujer que aquí se describe. Si nos hemos visto en situaciones donde constantemente lo que mostramos es irritación y vivimos culpando a los demás, justificando nuestras actitudes y pecado… la tierra se alborota con esta clase de actitud tan odiosa. Nadie quiere estar al lado de una mujer así.

Quizás para aquellas de nosotras que andamos entre los 20 y 30 años todavía vivimos con mucha fuerza, intensidad, gozo y deseos de vivir. Pero aquellas que rondan los 40 y que han pasado esta edad muchos autores coinciden que algunas de estas mujeres están al borde de la inestabilidad mental. Quizás muchas de ellas llevan años con un matrimonio insoportable, un esposo que la irrita, herida por tantos anos de amargura, y sus respuestas siempre son amargas y frías. Están constantemente practicando la amargura, no practican la alegría y el agradecimiento.

Has visto como hay guitarristas que encuentran los acordes sin mucho mirar, ni esfuerzo- o el baterista que sigue el ritmo sin mucha concentración…porque ha practicado y le sale natural; así es la mujer que practica el descontento, cada vez que alguien la molesta o alguna situación la irrita responde naturalmente con amargura. Se ha vuelto una experta en amargura y descontento, porque las practica todos los días. Lo grande es que como el algo natural, muchas veces ni cuenta se da o no puede identificar que vive una vida amarga; al ser confrontada puede justificar sus acciones de que se esta defendiendo o que la situación ameritaba una respuesta amarga y soberbia.

Que triste seria si llegáramos a ser así, o aquellas que se encuentran en esta situación por un mal habito. Si dejamos que pase el tiempo con esta actitud, donde la irritación y la depresión van creciendo, llegara un día en que no podremos controlar esto y perderemos el control de nuestras emociones. Le podemos poner mil nombres, que si estrés, o un mal día, o las hormonas revolteadas. La gente comenzara a tolerar estas actitudes, pero se mantendrá al margen; aun la familia. Es una mujer que pudiera llegar a ser medicada, que espera que todos la toleren y se ofende cuando es confrontada.

Todo comenzó con una mujer irritada y enojada con su marido y/o su matrimonio. Luego la practica la hizo estar enojada con toda su familia, con sus amigos, con la iglesia, con todo el que le pase por el frente.

Cuidémonos de no caer en esta locura, practiquemos la gratitud, el gozo, de todo lo que Dios nos ha dado y nos ha permitido vivir.

lunes, 27 de diciembre de 2010

En Paz +


“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” (Gal. 5: 22-23)

El fruto del Espíritu, o la naturaleza renovada, deben ser manifiestos en mi para mi propia felicidad y para ser agradable a los demás. El fruto del Espíritu es una evidencia de que estoy caminando con Cristo, y me dejo guiar por su Espíritu. Debo desear todas esas cosas, cultivarlas y perseguirlas.

Mi deseo debe ser que mis actitudes piadosas hablen y muestren a todos que le pertenezco a Dios y que El me ha sellado con el poder de su Espíritu para vivir una vida que lo honre y le agrade. El fruto son nueve características o actitudes que están conectadas entre ellas, y que la encontramos a lo largo de todo el Nuevo Testamento.

Uno de ellos es la paz. Es una sanidad y un bienestar que uno siente en todos los aspectos de la vida. Cuando tienes paz te sientes relajada y confiada de que todo marcha bien, aun cuando estamos en medio de situaciones difíciles. Si decimos que somos hijas de Dios debemos reflejar esa paz que Dios ya ha depositado en nosotras. Los que vengan a nosotros, angustiados y con temores, debemos confortarlos y apacentarlos. Una mujer llena del Espíritu no se asocia con tensión, estrés, nerviosismo, angustia o amargura.

Es una calma interior que viene producto de la confianza total en Dios y en Cristo, mi Salvador. Es un estado que no tiene que ver con las circunstancias del momento, o que están a nuestro alrededor. Es un saber, entender, y sentir que Dios está en control.

A través de la Biblia Dios nos habla de la paz. Desde las naciones hasta los individuos, deben procura la paz. Debemos estar en paz entre las personas, con la Iglesia, en nuestras relaciones cotidianas, dentro de nosotros mismos y con Dios. Debo entender que la fuente de esa paz no es mi esposo, no es mi trabajo, mi seguridad económica, lo bien que me pueda estar yendo, o lo mucho que disfruto mis amistades; mi fuente de paz es Dios, es un don divino que El me llene de Su paz y quietud. Y si no la tenemos, debemos pedirla en oración depositar nuestras cargas en El. Cristo ha logrado reconciliarnos con Dios y devolvernos esa paz, de que nuestra Salvación está segura.

En este mundo que va tan rápido, demandante y estresante Dios nos recuerda que si andamos con El, si Su Espíritu mora en nostras, debemos andar en paz, procurarla, perseguirla y vivirla. Que durante estos últimos días del ano podamos sentir su paz, de que EL tiene el control de año venidero y que estemos quietas porque El es Dios.

sábado, 25 de diciembre de 2010

Quiero Servirte


“Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas, servirás, por tanto, a tus enemigos que enviare a Jehová contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte.” (Deut. 28: 47-48)

El capitulo 28 de Deuteronomio nos habla de como Moisés, en su responsabilidad de líder y mediador, le recuerda al pueblo las promesas de las bendiciones de Dios y les vuelve a exhortar las consecuencias de la desobediencia. Todavía en nuestros tiempos, debemos ser recordadas que nuestra desobediencia al diseño de Dios, a lo que él nos manda en Su Palabra a cumplir, trae consecuencias funestas para nuestras vidas y los que nos rodean. Debemos procurar, con mucha diligencia, serle fiel a Dios y no tratar de ganarnos su favor; pero si tener un deseo constante de obedecerlo, adorarlo, y mantener una relación estrecha con nuestro Dios.

Mi oración es que Dios se complazca conmigo, con mi forma de servirle, con mi matrimonio, con como le sirvo y le ayudo a mi esposo. Que yo pueda descansar sabiendo que Dios esta conmigo, que le place mis acciones y por tanto me apoyo. Que mi andar sea por fe y en amor a Dios.

Tratemos pues de que la ira de Dios no sea en contra de su pueblo, aun en el mundo actual. No quiero ser desechada por Dios, abandonada, destruida. Quiero que Dios me ayude a servirle con gozo, con alegría, a cumplir su diseño para mi todos los días de mi vida. Quiero temer a Su nombre, a Su juicio, a Sus promesas.

Quiero descanso para mi alma, reposo para mi mente, saber que estoy haciendo lo correcto delante de Dios. Gracias a Cristo, que rompió la maldición de mi pecado, que me reconcilió con Dios y me dio entrada a Su presencia. Porque su nombre es Admirable, Consejero, Príncipe de Paz. MI consolador, mi ayudador, mi esperanza. Gracias Cristo por llevar mis culpas al madero, redimió mi maldición y cargó con mi castigo. El es mi refugio, mi Salvación. Que alegría Dios, contar con mi Redentor que vive y vivirá para siempre.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Que estoy sembrando?


“El que sembrare iniquidad, iniquidad segará, y la vara de su insolencia se quebrará.” (Prov. 22:8)

A veces me pongo a pensar como seria vivir en un país diferente, o en una casa mas grande, o que mi esposo tuviera un trabajo mejor, o que se vistiera de tal o x forma, o que su cuerpo sea diferente, o que lea mas la Biblia, que sirva mas, y miles de cosas mas. Lo pero es que a veces estos pensamientos no solo se quedan en mi mente, sino que soy capaz de expresarlos en los peores de momentos de mi relación. Muestro mi inconformidad hacia lo que Dios me ha permitido tener, y hacia mi esposo.

La Palabra de hoy me ponen a pensar y me llega una alerta a la mente de CUIDADO! Cuantas mujeres han vivido “acabando” a sus maridos delante de ellos y con los demás, o disfrazadas de espiritualidad reciben palabra del Señor para que sus esposos hagan lo que ellas quieren (viajes, mudanza, cambio de carro, negocio, etc.). Y estos hombres, intimidados y fracasados, van perdiendo la valentía. Las mujeres le echan la culpa de su inseguridad y frustración a falta de fe o de tiempo con el Señor.

Lamentablemente, esto NO es ser una ayuda idónea. Esto es manipulación, es desobediencia a la Palabra de Dios y deshonra para mi esposo. Dios se lo dijo al rey Saúl de Israel (1 Samuel 15:23) cuando ofreció sacrificios a El menospreciando Su voluntad. El fin no justifica los medios, la verdadera adoración queda evidenciada con la conducta no por los sacrificios. No puedo hacer todo lo correcto en la iglesia, la religión, y en mi casa todo mal. Dios no ve eso bien.

Mis palabras, mi desobediencia, mi manipulación, mis inseguridades, mi querer controlarlo todo puede convertir a mi esposo en un hombre temeroso. Necesito de Su sabiduría, necesito temor de Dios. Mi deber es someterme a mi esposo, no lo contrario. Ni aun siendo la mujer mas espiritual, la que lea mas la Biblia, la que ore mas, nadie puede caminar su propio camino sin Dios. Esto lleva a la destrucción y la locura. Es ser necia.

Ayúdame Dios a sembrar en mi matrimonio sometimiento, confianza en ti y en las decisiones de mi esposo, paz, armonía, amor y temor de ti.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Quiero ser Sabia


“ El principio de la sabiduría es el temor de Jehová.” (Proverbios 1:7)

Todas queremos ser sabias, no creo que nadie decida ser necia y trabaje para eso. La sabiduría es algo dado por Dios, concebido a través del temor a El. Sabemos que no es miedo que debemos tenerle a Dios, sino mas bien respeto a su santidad y Su Palabra. Es un estado de la mente en el que las propias actitudes, la voluntad, los sentimientos, las acciones y los objetivos se cambian por los de Dios. (MacArthur)

Como esposa, debo entender que mis acciones tienen consecuencias. Que mi matrimonio y mi hogar es una ley de siembra y cosecha, que debo procurar sembrar para el espíritu y no para la carne. Que debo ser sabia cada día y tomar buenas decisiones.

Quiero aprender, ahora que tengo poco tiempo de casada, a ser una buena esposa. No quiero ir dando tumbos en mi matrimonio y terminar siendo una mujer triste y amargada con un matrimonio destruido. Quiero conocer cada día lo que Dios quiere que haga a través de Su Palabra, y cultivar las disciplinas espirituales que me lleven a una mejor relación con Dios y con los demás.

Creo en Dios y en lo que El ha prometido, y el es Santo y Fiel. No quiero deshonrar su diseño del matrimonio porque estaría pecando contra El. Nuestro pastor siempre dice que nosotros escogemos el pecado, pero Dios escoge las consecuencias; y estas siempre son crueles y costosas, y no se limitan a dañarnos a nosotras solas sino que incluye a otros miembros de la familia.

Lo que el mundo nos ha vendido como mujeres felices es mentira. Esas mujeres que han descuidado su casa, su esposo y sus hijos por obtener el éxito terrenal no es verdad que están plenas y realizadas. Han desobedecido a Dios en relación con su papel como ayuda idónea. Pueden ponerle mil excusas a su amargura, que si cambios hormonales, o emocionales, o stress. Pero es su corazón que está muerto.

La mujer sabia sigue los consejos de Dios y de otras mujeres piadosas, la necia sigue su propio rumbo sin considerar la palabra de verdad. Y cuidado al juntarnos con mujeres necias, terminamos corrompidas por sus argumentos. Debemos andar con aquellas que andan en sabiduría y ser luz para esta generación.

Lean este triste consejo que dio Marilyn Monroe sobre una mujer sabia: "A wise girl kisses but doesn't love, listens but doesn't believe, and leaves before she is left." En español es " Una mujer sabia besa pero no ama, escucha pero no cree, deja antes de ser dejada."

Ayudanos Dios a combatir con los consejos mundanos, llevar tu Palabra y tu diseño de forma atractiva y convincente a las demás mujeres que viven engañadas.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Confía y El hará!


“Confía en el SEÑOR, y haz el bien; habita en la tierra, y cultiva la fidelidad. Pon tu delicia en el SEÑOR, y El te dará las peticiones de tu corazón. Encomienda al SEÑOR tu camino, confía en El, que El actuará; hará resplandecer tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía. Confía callado en el SEÑOR y espérale con paciencia; no te irrites a causa del que prospera en su camino, por el hombre que lleva a cabo sus intrigas. Deja la ira y abandona el furor; no te irrites, sólo harías lo malo.” Salmo 37: 3-8

Hoy puedo tomar dos decisiones: puedo “hacerme la loca” y zafarme de todas mis responsabilidades con mi esposo y con hogar con quinientas excusas para no cumplir con mi rol; o puedo decidir creerle a Dios y trabajar duro para ser la mejor ayuda idónea que puedo ser.

Este salmo de hoy me motiva a poner mi mirada en el Señor y no envidiar a las mujeres del mundo que viven “su” vida, pagan un servicio, tienen miles de ayuda para cumplir su rol, y mucho dinero para resolverlo todo. Toda esta prosperidad terrenal se desvanece; su alma llorara por la eternidad.

Mi confianza esta en el Señor, mi ayudador, quien me sustenta mientras le sirvo conforme a Su voluntad. Dios ha prometido que me dará lo que necesito, cubrirá mis necesidades (no mis antojos), y esto es mas de lo que merezco…es por Su gracia.

Quiero que mi deleite esté en Dios, es mi deber y a la vez es un privilegio. Quiero que mi voluntad esta alineada con la Suya, para que los deseos de mi alma santificada sean concedidos. Se que él no me ha prometido darme todo lo que se me ocurra, basado en mis deleites carnales. Mi deseo es amarlo y conocerlo, amar Su Palabra y obedecerla, cumplir con sus mandatos, servirle, deleitarme en Su ley.

Este nuevo año Dios te entrego mi camino, mi matrimonio, mi hogar, mi trabajo, mi carácter, mi servicio, mi ser… Mis cargas, mis preocupaciones, mi ansiedad, mis temores, lo deposito en ti Dios. Mi futuro esta en tus manos, mis días están contados ya- y solo tu sabes lo que traerás a nosotros. Ayúdame a no estresarme y afanarme por el día de mañana, que me baste con el afán de cada día y que tu me mantengas quieta en ti. Espero y confío en ti.

Mis peticiones, mis oraciones, las presento delante de ti Dios. Ese es mi deber, ser diligente en lo que me corresponde, y dejar que tu actúes mi Señor. Se que tu obras conforme a tus propósitos, que tus pensamientos para mi son de bien y no de mal, y que tu voluntad es buena, agradable y perfecta. Todo obra para mi bien. Perdóname por las veces en que he estado afanada, preocupada, afligida y triste en mi matrimonio. Lo poco y lo mucho que nos has dado, vale mucho mas que las riquezas mal obtenidas por los impíos. Mi provisión viene directamente de tu mano, por tu misericordia, que privilegio. Tu provisión nos ha dado paz, quietud y esperanza.

Ayúdame Dios a descansar en ti durante todo el 2011. J

Mi deber :)


“Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.” (Col. 3:18)

“Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.” (1 Cor. 11:3)

Siempre me ha gustado saber cuales son mis privilegios y mis derechos para saber que esperar, que merezco, que reclamar… Pero Dios, a través de sus epístolas, me enseña mis DEBERES, porque es por medio del cumplimiento de estos que su gloria divina es expuesta a los demás.

La sumisión a mi esposo es mi deber. ¿Quien ha visto un empleado que no se somete a su empleador? Eso es desesperante y hasta vergüenza ajena le da a uno. Mi deber es someterme a mi esposo, obedecerlo, en todas las cosas que corresponden al deber con Dios, nuestro líder supremo. Mi sumisión debe ser diligente, no cuando me da la gana; y servirle a mi esposo llena de gozo. Debe ser sin manipulación ni hipocresía, honesta y sincera delante de Dios. Mi sumisión debe ser dentro y fuera de la casa, no solamente cuando mis hermanos de la iglesia están presentes. Dios me mira en todo momento.

El verbo en griego significa “someterse”, lo cual implica una acción voluntaria bajo la tutela o autoridad del otro. Mi gran estimulo es que al servirle a mi esposo, le sirvo a Cristo y que al final de mis días Dios me dará una recompensa gloriosa- el estar en su presencia por la eternidad.

Aun mis actos y mis vestimenta, cuando mi esposo no está conmigo, debe honrarlo y estar bajo su obediencia. Mi deber es ser su ayuda y consuelo, no puedo estar luchando, dentro y fuera de la iglesia, para equipararme o superarlo a el. Dejemos que nuestros hombres sean los primeros: en orar, en hablar, en servir, en saber, en estudiar, en decidir….en todo! Animémosles en esto!

Pero, no debe haber confusión ni temor con esto de la sumisión. Dios nos hizo el uno para el otro, de ayuda y bendición mutua. No es un tirano casado con una esclava, es una relación de respeto y amor incondicional donde la autoridad y el sometimiento de cada parte es para ayuda y provecho mutuo. Sabemos el desorden y la falta de autoridad que hay cuando todos quieren mandar, o cuando cada quien quiere hacer lo que bien le parezca. Es un caos y Dios no quiere eso en mi matrimonio.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Quieta ahí!


“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia esta sujeta a Cristo, así también las casadas lo están a sus maridos en todo.” (Efesios 5:22-24)

En casi todas las bodas cristianas vamos este es uno de los textos centrales donde somos llamadas a someternos a nuestros esposos, y ellos están llamados amarnos como Cristo amo a la iglesia. Pero como este blog es para mujeres, no me interesa concentrarme en cual es la responsabilidad de mi esposo, para juzgarlo y regañarlo por las veces en que ha fallado. Mi deber es cumplir con mi llamado no importa si él lo cumple o no.

Mi deber comprende en honrarlo y obedecerlo por amor a él y en obediencia a la Palabra de Dios. Debo mostrar a todos que le creo a Dios, sin importar si mi esposo es bueno o no. La voluntad de Dios es lo que El ordena, su enseñanza, y debo seguir el manual de instrucción (la Biblia) que habla de mi diseño. Siempre que hago lo que se que debo hacer, a veces en contra de mi voluntad carnal, al final me siento llena de paz y gozo; porque se que estoy cumpliendo con mi rol.

Mientras mas obedezco a Dios en mi papel como ayuda idónea, mas conozco a Dios y Su Palabra; y mientras mas le conozco a El, mas lo amo y mas me interesa seguir obedeciéndole. Dios me llama a someterme no importando mis capacidades, ni educación, ni madurez en la Palabra. Mi sujeción es a un solo hombre que Dios me ha regalado.

No puedo seguir molestándome cuando mi esposo asuma su rol de liderazgo, a eso Dios lo ha llamado. Mi esposo esta ordenado a dirigir el hogar, a ser cabeza, tal como Cristo es cabeza de la Iglesia- asumiendo un liderazgo de servicio y amor. Así como Cristo nos libero del pecado, nos salvo, nos rescató; así mismo mi esposo esta llamado a proveerme, protegerme, preservarme y amarme; todo esto acompañado de mi sumisión y así tener un hogar bendecido y piadoso que les muestre a todos las bondades de obedecer la Palabra de Dios.

No importa mis dones de liderazgo, ni cuanto gane en mi trabajo, ni mis capacidades de organización, ni todos los talentos que tenga para dirigir… Dios me dice que me debo a mi esposo, que lo siga, que lo obedezca, lo honre en todo. Que paz y que descanso para mi alma saber que mi líder también le sirve a mi Dios y que juntos luchamos por cumplir con sus mandatos! Gracias Dios por tus claras instrucciones para vivir una vida que funcione a tus ojos.

El Consejo de Tito


"Las ancianas... enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada." (Tito 2:3-5)

La semana pasada salió en el periódico un articulo del New York Times, en la portada, que decía que las mujeres exitosas ya no son sexis. Wao! hasta el mundo ya ha reconocido como el rol de la mujer ha sido distorsionado y al final lo que ha traído son mujeres en puestos de liderazgo, frustradas, divorcios, y un sin fin de consecuencias muy tristes. Aun en los matrimonios cristianos vemos que las estadísticas de divorcios no difieren de los no cristianos.

Existen montones de versículos que nos hablan de cual es nuestro rol y es nuestro deber buscarlos y estudiarlos; y estar preparadas para presentar defensa a todo aquel que nos cuestione. No hay que ser un gran erudito para entenderlos. Están muy claros. Creamosle a Dios!

Pablo nos recuerda en estos consejos para Tito que debemos ser sobrias y discretas, que no nos dejemos tentar al hablar demasiado o crear graves problemas por falta de discreción. Que gran peso nos pone Dios, a través de Su palabra, de que al no cumplir con estos deberes Su palabra puede ser blasfemada. Mi llamado cristiano no tendria validez ante los ojos del mundo, si no cumplo con mi rol.

Es mi deber, a medida que voy madurando en la fe y el matrimonio,d e cumplir con mi llamado y a la vez enseñar a las demás que vienen en camino. Mi ejemplo de piedad es lo que me dará el derecho y la credibilidad para instruir a las mas jóvenes que yo. No puedo enseñar aquello que no estoy viviendo. Debo mostrar el amor incondicional hacia mi esposo, basado en la voluntad de Dios y no en lo que mi esposo se merece. Debo cuidar mi hogar, y aquí no hay negociación. Es mi responsabilidad mantener con excelencia un hogar piadoso, sometida a mi esposo. Mi esposo no debe ni recordarmelo y menos demandarla; mi sujeción debo ofrecerla de forma voluntaria y amorosa, como un acto de obediencia al Señor.

Que gran responsabilidad tenemos como mujeres; ante Dios, ante nuestros esposos, familiares, iglesia y ante el mundo. Para poder mostrarles a todos que tengo un Dios capaz de librarnos del pecado y llevarnos a una vida eterna, debo vivir una vida santa y piadosa. La Palabra de Dios puede ser deshonrada si digo que creo en ella pero no la obedezco. Cuidame Dios de no blasfemar tu Palabra!




viernes, 17 de diciembre de 2010

Quiero Sabiduría


"Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le sera dada." (Sant. 1:5)

Muchas veces me encuentro en la encrucijada entre lo que quiero hacer y lo que tengo que hacer. No son pocas las veces en que "no me da la gana" ser la mejor esposa del mundo, que no quiero someterme por x o y razón, o no encuentro razones por las cuales mi matrimonio es excelente. Pero no han pasado ni 5 segundos cuando viene a mi mente algún versículo que tumbe todos mis argumentos, o alguna razón para querer ser la mejor ayuda idónea para mi esposo.

Un buen matrimonio no necesita de un hombre excelente, ni perfecto (el cual no existe); necesita una mujer dispuesta a ser la ayuda adecuada para ese hombre. Si aun no encontrara razones para querer serlo, solo tengo que mirar a Cristo y recordar que El, con sus propósitos eternos, me creó para que fuera ayuda idónea. Día a día le sirvo a Cristo a través del servicio a mi esposo, se lo merezca o no.

Cuando no tenga deseos de ser esa ayuda idónea solo debo recurrir a Dios, a Su palabra y convertirme en ayuda idónea por amor a El, entendiendo que cumplo Su propósito aquí en la tierra. Pero definitivamente es mejor ser esa ayuda idónea con un corazón alegre, dispuesto, lleno de gozo y gratitud.

Las veces que he tenido pequeñas dificultades en mi matrimonio es cuando me he dejado llevar de mis impulsos y reacciono. A veces me han llegado a la mente flashes de consejos mundanos, dados por las películas, series, revistas, totalmente distorsionados al mandato de Dios. Es ahí donde necesito recordar el versículo de hoy- Dios esta mas que dispuesto a darme de Su sabiduría, la sabiduría divina, al solo pedírsela. Que regalo de Dios, solo tengo que pedírsela.

No es fácil ser mujer en esta época. No es fácil comenzar un matrimonio con todas las presiones que hay, y echarlo hacia delante. Pero en Dios hay esperanza. Con la sabiduría de lo alto Dios puede usarme para hacer de matrimonio el mejor, para hacer de mi esposo el mejor y para convertirme a mi en la esposa apta para mi esposo, apta para Dios. tenemos las instrucciones en Su Palabra, no hay excusas. NO se limita a mi relación con Abel, es eterno su plan. Mi matrimonio es un modelo terrenal de la unión de Cristo con Su Iglesia. Busquemos en Su palabra nuestro rol como esposas, y cumplamos a cabalidad con nuestro papel. Danos sabiduría Dios!

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Sacrificios-


“Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios. Pagaré lo que te prometí. La salvación es de Jehová.” (Jonás 2:9)

Este libro de Jonás me recuerda una época muy especial mientras trabajaba en MIEL. Hoy recuerdo con alegría como estudiamos a profundidad a Jonás y lo mucho que éste ministró mi vida durante ese tiempo. Pero, la forma en que este pasaje me habló en aquella época, no es la misma varios años después. Hoy casada, me ministra diferente. Me recuerda que debo agradecer en todo tiempo.

Como buena ayuda idónea debo mostrar el gozo que hay en mi por todas las bendiciones que recibo. Mi principal ministerio es mi esposo, debo hacer que sea una aventura amarnos y que esto sea divertido. Debo mostrarle mi agradecimiento a Dios y a mi esposo y estar contenta.

Jonás, dentro del vientre del pez, reconoció la soberanía de Dios y se sometió a ella. Oró al Señor en medio de su angustia e invocó Su nombre, y fue escuchado. En medio de la tribulación entendió su misión y su propósito. Dios usa estas alertas para afinar nuestros oídos y acercarnos mas a El para poderlo escuchar. No esperemos encontrarnos en esta situación en nuestros matrimonios o relaciones con los demás; no dejemos que la amargura aleje a todos y se apodere de nuestro interior y nuestros hogares. Invoca a tu Dios y deja que El obre en ti y en tus situaciones. Dios se encargará de devolvernos el gozo mientras ofrecemos alabanzas a El y mostremos nuestra gratitud.

Gracias Dios por mi matrimonio, mi casa y todo cuanto nos has dado. Gracias porque disfruto estar cerca de mi esposo y pasar mucho tiempo con él. Disfruto todo lo que hacemos juntos y como nos complementamos y nos conocemos mas cada día. Gracias Dios porque no me preocupa lo que piensa el mundo sobre mi sometimiento y el deseo de cumplir a cabalidad mi rol de esposa y ama de casa. Gracias Dios porque has esclarecido mi mente y solo me importa lo que tu pienses.

Ayúdame Dios a confiar en ti, en tus planes y propósitos. Se que tienes Tu tiempo para con nosotros. Ayúdame a dedicarle mas tiempo a mi casa y mi esposo, confío plenamente en la obra que harás. Enséñame a descansar en ti y a recordar que has hecho en mi vida mucho mas allá de lo que imaginé.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Amor sin fin!


“ Por lo cual te digo que sus muchos pecados, le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama. Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados… Tu fe te ha salvado, ve en paz.” (Lucas 7: 47-48, 50)

A veces siento que soy la persona que mas ama a Dios, y entiendo que mi forma de expresarle mi amor, a través de la adoración y obediencia, debe ser la forma de mi esposo. Pero, luego recuerdo que Abel conoció al Señor desde pequeño y fue criado en un ambiente, colegio, iglesia y familia cristiana. En cambio yo, que vengo del mundo, de haber conocido al Señor al terminar la universidad; viví cosas que cuando las pienso se me hace un nudo en la garganta al saber que Cristo las pagó por mi en la cruz del calvario. El murió por mis pecados, sin merecerlo. Era yo quien debí haber estado crucificada en ese madero, pero El lo hizo por mi, me libró de la ira venidera; por amor. Como no sentir un profundo agradecimiento, pasión y amor indescriptible por mi Jesús!

Hoy, con estos versículos, me siento como esta pecadora que mostró mas amor que los fariseos y los mismos discípulos por la cantidad de pecados que le fueron perdonados. Mi deuda era grande, pero Cristo la pagó. Todo consumado es.

No importa lo débil que sea, lo que haya hecho en el pasado, lo que continúe haciendo hoy fruto de mi naturaleza caída; mi constante arrepentimiento delante del trono de la gracia vale mas. Dios siempre está dispuesto a perdonarme; El prometió que Su Hijo pagaría por mi, dándome consuelo luego del arrepentimiento.

El grandioso hecho que Cristo me ha salvado produce en mi una gratitud tal que no puedo explicarla. No merezco nada. Incluso le agradezco que en su misericordia me haya regalado un hombre como Abel. Pretendo vivir así el resto de mis días, aun cuando tenga años y años en el evangelio, no darlo nunca por sentado. Le obedeceré con mas celo siempre y hablaré con mas denuedo de sus promesas y bondades aquellos que no le conocen. Su perdón fue incondicional, su resultado ha sido el profundo amor. Mi fe está puesta en Cristo, mi Salvador! No hay nada que pueda hacer para ganar Su favor, todo es por gracia.

sábado, 11 de diciembre de 2010

El Primer Lugar


“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que esta delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” (Filipenses 3:13-14)

El libro de Filipenses está lleno de grandes enseñanzas para las mujeres. Este versículo de hoy me llena de energía y vigor para seguir batallando la carrera de la fe; la carrera hacia la semejanza perfecta a Cristo. Pero esta carrera no es “a lo loco” que se corre; requiere honestidad de mi parte con mi carácter y un sentido de insatisfacción de mi condición actual.

Pablo resume toda esta carrera en una sola meta clara y sencilla: procurar con todas mis fuerzas, poner todo mi empeño en la semejanza a Cristo. Debo dejar de mirar atrás, no puedo seguir confiando que me parezco mas a Cristo porque sirvo en ministerios; no puedo quedarme estancada con los mismos fracasos y pecados de hace años. Mi meta es llegar al cielo y ser como Cristo. Cuando Dios me llame a Su presencia, a su tiempo, ahí recibiré mi premio, mi galardón de semejanza a Cristo. Pero, mientras tanto debo seguir luchando aquí en la tierra. Seguir adelante, no detenerme hasta lograr mi objetivo de ser como El.

No puedo debilitarme. El termino prosigo alude a un velocista, de esos que para ganar su carrera se les nota en la cara la actitud enérgica, decisiva y agresiva de conquistar el primer lugar. Así debo perseguir mi santificación. Debo ser la primera, con todo mi esfuerzo y ejercitando todos mis músculos espirituales para ganar el premio. Los corredores no están supuestos ni a mirar hacia los lados, porque pierden el enfoque, se distraen y terminan perdiendo la carrera. Mi mira está en el cielo, no en los alrededores; con esperanza y esfuerzo constante lo lograré.

El llegar al cielo, a una vida eterna, no se logra con mucho esfuerzo solamente. Es a través de Cristo, el único camino. Debemos llegar a El como El se dio a nosotros; a través de padecimientos y muerte, muriendo al pecado y crucificando la carne. Cristo, quiero ser como tu, eres mi TODO!

viernes, 10 de diciembre de 2010

Mi Paz!


“ Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.” (Col. 3:25)

En medio de estos exámenes finales (para las que trabajamos en colegios, o son madres, o estudiantes), el caos navideño, el tráfico, las compras, los compromisos…me he visto agitada, nerviosa, ansiosa, estresada, hasta sofocada. Ayer y hoy me he sentido que todo me ha robado la paz. No he tenido tiempo de sentarme a meditar en todas las bendiciones recibidas todos estos días. Se me olvida, en medio del ajetreo, contar mis bendiciones y apreciar los pequeños detalles.

Hoy Dios me recuerda, a través de Su palabra, que el ser salva debe traer a mi alma una paz increíble en medio de este mundo caótico. Su salvación me hace reposar, descansar y sentir seguridad en El. Aun en medio de las tormentas y los afanes, tengo paz eterna en esta tierra pasajera.

Dios es mi paz perfecta en medio de las tribulaciones. El ha prometido darme calma y tranquilidad si mantengo una actitud agradecida producto de mi confianza en los propósitos de Dios. Mi ansiedad y preocupación demuestran falta de confianza en la sabiduría, soberanía y poder de Dios. Su paz trasciende mi entendimiento humano. Su paz me guarda de la ansiedad, el temor, la duda, la desconfianza y la tristeza. No es una sensación subjetiva e interior de calma y serenidad, que hasta con una “pastillita” se pudiera conseguir; es una realidad objetiva y real.

Pero, ¿cómo puedo mantener esa paz? Deleitándome en el Señor todos los días a través de la lectura de Su palabra, la meditación en ella, la oración, y el estar agradecida. Será mi mejor antídoto durante estas fiestas navideñas contra la ansiedad: TU PALABRA Y MI COMUNION CONTIGO, DIOS!

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Ganancia Navideña


“Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar” (1 Tim. 6:6-7)

En esta época navideña donde el consumismo se apodera de todos los corazones, hasta de los cristianos; Pablo me recuerda que todo lo material es pasajero. Estoy segura que no es condenando las posesiones; siempre y cuando sea Dios quien las haya provisto en Su gracia. Pero, muchas veces la falta de contentamiento produce en mi un deseo egoísta de tener y tener; no solo dinero, sino posesiones vanas.

Diariamente debo recordar que al final de mis días, terminen en riqueza o en pobreza tendré la misma situación: un ataúd, una tumba… lo que realmente vale es como viví mi vida y que tanto mi carácter se asemejó al de Cristo. Estoy segura que si medito en este versículo diariamente mis días serán menos estresantes, el salir a trabajar será con otra perspectiva, el servir a mi esposo será un deleite, y lo poco o lo mucho que tenga no determinará mi grado de contentamiento. Estaré plena en El porque mi felicidad es la eternidad venidera.

Mi ganancia está en vivir una vida piadosa que muestre que internamente estoy satisfecha y que me es suficiente con lo que Dios me ha dado. Dios es mi fuente de contentamiento verdadero. La piedad es algo que debe ser ejercitado. Es toda mi actitud y respuestas adecuadas a Dios. Es volver a una vida santa una y otra vez. Debo mantener una conducta correcta delante de Dios en todas las cosas que digo, pienso y hago. No es engañar a los demás con mis acciones, Dios ve mis intenciones. Eso es la piedad. ME encanta el término en ingles porque es GODLINESS, seria ser como Dios. Es tener su esencia en mi.

La piedad y el contentamiento deben ser practicados constantemente en mi diario vivir. Requieren un esfuerzo riguroso y un sacrificio de mi carne. El disciplinarme espiritualmente me llevara a vivir una vida piadosa, llena de contentamiento y que agrade a Dios.

martes, 7 de diciembre de 2010

Practica la Gratitud!


“… he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación.” (Fil. 4:11)

Cuanto anhelo poder decir como Pablo, que cualquiera que sea mi situación estaré contenta. No es algo que sale solo, no viene por default en nosotras, debo aprenderlo; tal como el apóstol Pablo lo logró. El verbo en griego de la palabra contentarme significa “ tener suficiencia en uno mismo” o “estar satisfecho”. Es la misma palabra que se traduce “lo suficiente” en 2 Cor. 9:8 Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para vosotros, a fin de que teniendo siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abundéis para toda buena obra.”

Oro a Dios para que me ayude a tener esa independencia de cualquier necesidad de contentarme solo en lo bueno, en lo que espero, en lo que es agradable, en la abundancia. Quiero honrar a Dios agradeciéndole por cualquier situación que me permita pasar; entendiendo que todo cuanto me ocurre tiene un propósito en mi vida.

Nuestra mente suele llevarnos a estados de mucha amargura cuando vemos que otras tienen mejores cosas, o cuando entendemos que debemos vivir mejor. Hay que estar pendiente cuando estos pensamientos se asoman y someterlos al señorío del Señor. Debo aprender a estar contenta. Para aprender hacer algo, debo practicarlo. Puedo conocer la teoría y ver como lo hacen otras personas, pero hasta que no practico una y otra vez no puedo decir que SE hacer ese algo. Por muchos años uno practica tanto el orgullo, la incredulidad, la amargura, el descontento, ofensas, frustración; que aun en circunstancias favorables nos vemos tentadas a quejarnos.

Es hora ya de que practiquemos el gozo y la gratitud, será beneficioso para nosotras y mas agradable para los que nos rodean. Al principio costará, como cuando aprendimos a montar bicicleta; pero llegará el día en que saldrá de manera natural, nos quitarán las rueditas y andaremos llenas de gozo y gratitud libremente.

Disfrutemos lo que Dios nos ha dado. Sonríe. Se agradecida.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Corazón Contento


“Todos los días del afligido son difíciles, mas el de corazón contento tiene un banquete continuo.” (Pr. 15:15)

De solo pensar en esa expresión de un banquete continuo me pongo feliz. Esa condición interior de un corazón sabio es como una fiesta eterna. Unas navidades sin fin. La felicidad verdadera no está determinada por los factores alrededor nuestro; ni nuestra condición económica, ni nuestra familia, ni el trabajo, ni mis logros personales. La verdadera felicidad está determinada por el estado de mi corazón.

Las veces que me he sentido afligida y triste lo que mas me conforta es venir a la presencia del Señor y pedir oración a las personas mas cercanas. Igual debemos hacer con los que se sientan así, consolación y oración necesitan. Peor soy cuando se me revoltea la queja en mi hogar. Todas estas actitudes de descontento con lo que Dios me ha dado lo deshonra. Además, de que llega un punto en que los hombres se hacen sordos ante nuestras quejas constantes y ataques a su ego.

Prometo no quejarme mas de lo que me hace falta en la casa, de las cosas que no tengo nuevas o el último modelo, de la hora en que tengo que salir a trabajar o la hora que llego del trabajo, si no puedo salir a restaurantes nuevos cada vez que quiero, si no hay para comprarme un vestidito nuevo. No mas tensión en mi casa cada vez que me quejo. No mas cara larga provocando pena. Dios se entristece con mi actitud. El descontento no es producto de circunstancias; es una condición del alma.

Dios espera de mi una sonrisa de oreja a oreja con lo que sea que tenga. Quiero que mi gratitud brote desde mi corazón, y que las circunstancias externas no interfieran con mi gozo. Todos los días que puedo levantarme y disfrutar de un esposo, un techo, familia, amigos, Iglesia, trabajo es una bendición. Quiero que Dios me llene día a día de optimismo y fuerza; que recuerde que el gozo comienza con la gratitud. Es una decisión, decido quejarme o agradecer. Dejar que mi boca controle mi alma. “Gratitud es mi manera de pensar; gozo es la abundancia que produce” (Debi Pearl)

domingo, 5 de diciembre de 2010

Con Alegría!


“Aclamad con júbilo al SEÑOR, toda la tierra.

Servid al SEÑOR con alegría; venid ante El con cánticos de júbilo.

Sabed que El, el SEÑOR, es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos y ovejas de su prado.

Entrad por sus puertas con acción de gracias, y a sus atrios con alabanza. Dadle gracias, bendecid su nombre.

Porque el SEÑOR es bueno; para siempre es su misericordia, y su fidelidad por todas las generaciones.” (Salmo 100)

Un día como hoy es bueno tomar un momento para alabar al Señor y darle gracias por todas las cosas que él nos regala día tras día. Estamos llamadas alabar Su nombre y es un mandato el darle las gracias.

Cuantas veces nos hemos visto aclamando artistas en grandes estadios, y a nuestro Dios, nuestro hacedor nos cuesta trabajo ofrecerle un clamor honesto y lleno de júbilo. El saber que él es Dios va mas allá de conocer el dato de manera intelectual. Debo reconocerlo, experimentarlo, y estar completamente segura de que El es Dios. Nuestro Dios es el único y verdadero. Es un Dios que no cambia. Que lo que ha prometido lo cumple. Es un Dios de pactos. El fue quien me formó en el vientre de mi madre. Por él soy y existo. Me ha guardado, me ha cuidado, me ha sostenido, me ha ayudado. Me guía por sendas de justicia. A su lado nada ha de faltarme. Es mi buen pastor.

Dios es completamente santo, totalmente bueno. Es el perfecto ejemplo de bondad, es la fuente de misericordia. Es fiel con su pueblo. El ha prometido no dejarnos ni abandonarnos; confiemos en sus promesas. Su fidelidad es eterna.

Todo el mundo se postrará delante de Dios. Mi adoración a Dios debe ser alegre; agradecida de lo que El es, mas de lo que El me ha dado. Me rescató del lodo, de una vida sin propósito, de la maldad de mi corazón. Razones me sobran para bendecir su nombre. Sus promesas fortalecen mi fe, me infunden aliento y esperanza. Siempre que miro mi condición pecadora hay una parte de mi que se entristece de tanta infidelidad a Dios; pero igualmente me regocijo en Dios mi salvador. Al conocer, día a día, sus bondades y su misericordia no puedo parar de alabarlo. El es mi consuelo. El es mi refugio.

http://www.youtube.com/watch?v=_BO3o34Eccg&feature=related

sábado, 4 de diciembre de 2010

Un Corazón Alegre


“El corazón alegre hermosea el rostro; mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.” (Pr. 15:13)

Te has fijado que cuando una persona no es muy linda, siempre le dicen “ay que graciosa”, o “ella es buenísima gente”. Llega un punto en que ves a esa persona tan linda, y es porque siempre anda riendo, disfrutándolo todo. En cambio, las personas que siempre están amargadas, molestas, peleando la vemos hasta fea. No queremos estar cerca.

Todo el mundo se siente atraído por una sonrisa y quieren acercarse y ser amigos de las personas que irradian esa felicidad, esa contentura que rebosa. Y ni hablar de los hombres. Les encanta que la mujer esté feliz, contenta. A veces queremos descargarnos en nuestros esposos cuando ellos llegan a la casa, bombardeándolos con los problemas cotidianos. Y nos olvidamos de que ellos anhelan llegar a casa para sentir un rebaño de paz, quietud, alegría, cero stress. Un corazón alegre y una sonrisita atractiva lo atraen a estar contigo en casa.

Estamos en medio de una sociedad completamente hedonista, donde se invierten miles y millones de pesos en la figura, en no ponerse viejas, en cirugías. Pero, Dios nos tiene una formula mas barata, duradera y efectiva- una sonrisa gozosa. La palabra GOZO aparece en la Biblia unas 140 veces. Esta palabra suele acompañarse de jubilo, grito, música, instrumentos, baile, alegría y alabanza. Medita sobre estos versículos que hablen sobre el gozo y veras como Dios traspasa tu corazón, por medio de su Palabra, y producirá verdadero gozo en tu corazón.

La voluntad de Dios es que seas una mujer llena de gozo, con un rostro que demuestre lo alegre que estas, y que con tu resplandor puedas contagiar a tu esposo que llega cansado de buscar el sustento diario. La alegría es un arma fundamental para mantener y hasta restaurar un matrimonio.

Dejemos la autocompasión que nos caracteriza, el victimizarnos, el egoísmo de querer ser el centro de atención. Las mujeres somos el corazón de nuestro de nuestro hogar, contágialo con alegría y gozo!

viernes, 3 de diciembre de 2010

El Gozo del Señor


“El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos” (Prov. 17:22)

En este viaje tan interesante del matrimonio debo recordar, una y otra vez, que necesito venir a la fuente de mi fortaleza; el gozo de mi Señor. Si me la paso constantemente triste porque las cosas no salen como las visualicé, o porque mi esposo no suple todas las cosas que entiendo que me hacen “feliz” mi alma estará constantemente abatida y atribulada. En cambio, si decido tener un corazón alegre mi matrimonio será lo que ya Dios dispuso que fuera, un regalo divino, día tras día.

Que agradable son las personas que demuestran que tienen el gozo del Señor. Son personas a las que recurres con frecuencia y estimas. Aquellas de caras largas no quieres ni acercárteles. Cuando ves a tu pareja, te siguen brillando los ojos enamorados? El siente que tiene a su lado una mujer alegre y agradecida?

No importa las circunstancias por la cual esté atravesando a nivel de pareja o personal, mi gozo tiene que venir del Señor. Por Su gracia estoy viva, viviendo la vida que él me ha regalado y un corazón dispuesto agradarlo. Mi contentamiento no depende de lo externo. Con todo me alegraré en el Señor!

Todo el mundo se siente atraído por una cara alegre. La sonrisa abre puertas y alivia las cargas de los demás. En este mundo de tantas presiones y stress, el brindar una sonrisa sincera le alegra el día a cualquiera. Cuanto mas a mi pareja. Pero si mi corazón esta triste y seco, no puedo fingirlo. Mi rostro refleja como me siento y lo que soy. Practica el reír de las cosas, aun de las cosas tontas que haces o dices. Disfruta la vida, disfruta tu pareja, disfruta la libertad que te ha dado Cristo y el poder vivir en Su presencia.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Quiero ser Corona


“la mujer virtuosa es honra de su marido.” (Pro. 12:4)

Otras versiones dicen que la mujer virtuosa es corona de su marido. Para poder ser llamada honra y corona de mi marido debo ser virtuosa. Y eso que significa? Debo ser virtuosa tanto en mi carácter como en mis acciones. Debo ser prudente y piadosa, debo cuidar bien de todas las cosas relacionadas al hogar, debo tener en mente cual es mi deber como esposa y cumplirlo.

Muchas piensan que la descripción de la mujer virtuosa de proverbios 31 es de aquellos día, pero las ideas generales se aplican al día de hoy. Aquí un pequeño test para que nos revisemos como andamos, y para aquellas solteras que puedan revisar si estarían dispuesta a vivir de esta manera:

o Se puede confiar en ti

o Tu esposo te permite administrar junto a él

o El es feliz contigo

o Te esmeras en hacerle el bien a tu esposo

o Te esfuerzas y te complaces en tus deberes de la casa

o Administras bien tu tiempo

o Te levantas temprano

o Te dedicas a cosas de mujeres

o Administras de manera prudente los recursos

o Consideras los gastos, aun cuando tienes el permiso

o Provees bien para tu casa

o Ahorras para después

o Das y recibes de manera alegre y generosa

o Eres discreta y leal

o Das consejos prudentes a los demás

o Eres cuidadosa con tu lengua

o Tu corazón se ocupa de las cosas del Señor

o Temes al Señor

o Eres firme al soportar iras y desengaños

o No eres ociosa ni inútil

o Eres de bendición para tus familiares y amigos

o Dejas que tus obras hablen por ti

En la Palabra la corona es símbolo de un premio de parte de Dios. Que privilegio es ser llamada corona de mi marido. Procuremos ser de bendición para nuestros esposos, ayudarlos a ser mejores lideres y mejores hijos de Dios. Que con sabiduría pongamos a su disposición todo cuanto Dios nos ha dado para que ellos se sientan apoyados y acompañados en su rol como cabezas.